Durante estos últimos años se ha observado un notable aumento de la prevalencia de la alergia a animales, que afecta al 20% de la población activa y en personas que padecen problemas de asma. Este aumento pudiera obedecer a una mayor exposición a los animales en una población con mayor predisposición a desarrollar enfermedades alérgicas.
La alergia a los animales se produce por el contacto o la inhalación de pequeñas partículas de la caspa o de la orina que contienen los alérgenos responsables, ocasionando síntomas de rinoconjuntivitis, asma, urticaria de contacto e, incluso, de reacción alérgica. Los principales síntomas de la alergia al pelo de los animales son dificultad respiratoria, asma, irritación de los ojos, lacrimeo, rinitis, entre otros.
Los alérgenos de los animales constituyen un factor desencadenante y agravante de rinitis y asma en personas sensibilizadas a ellos. La alergia a los animales constituye un gran problema sanitario, con un impacto importante en la calidad de vida de los pacientes y con grandes implicaciones económicas.
Diversos son los tratamientos a seguir para combatir estas alteraciones en el cuerpo, como es el caso de la Fitoterapia que trabaja con las esencias de las plantas con propiedades antiinflamatorias y antihistamínicas. Entre estas se puede destacar los principios activos del Pepino, que favorece con su poder antiedematoso para rebajar hinchazones, y al aplicarlo en láminas por sobre los párpados actúa como un potente colirio natural, que nos permite descansar esa zona de la cara.
Por su parte, la Manzanilla y la Salvia son productos que se utilizan en infusiones con un alto poder antiinflamatorio y e inhibidores de reductasa altosa, enzima presente en el cuerpo humano, cuyo exceso puede producir daños corporales.
En todos los casos de reacción alérgica, lo primero que se debe hacer es visitar un especialista, quien logrará detectar el elemento causante de la patología.
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