Cómo evitar que mi perro ladre

Para un perro ladrar es lo más natural que hay. Es un medio importante de comunicación, pero en algunos casos son el origen de los problemas sobretodo a nuestro alrededor. Como líder de la manada, es tu obligación imponerte para controlar los ladridos excesivos.

En lo primero que debes estar consciente es que cuando un perro ladra, bajo ninguna razón debes reforzar los ladridos. Cuando le dices que no, o le haces caso, sólo logras que lo siga haciendo. Lo aconsejable es ignorarlo cuando se comporta de tal manera, darle la espalda y si la situación persiste, salir de la habitación.

Si tu perro le ladra a otro perro, no permitas de ninguna manera que se le acerque, si ladra porque es exigente y quiere que le proporciones algo, no se lo des. Si ladra porque simplemente quiere jugar, no juegues con él. Aunque acariciar a un perro suele calmarlo, no lo acaricies si está ladrando. Si lo acaricias o le das lo que él desea estás recompensando sus ladridos.

Razones  Un perro ladra por diferentes razones y hay que entender muy bien el porqué. Pero es cierto que en ocasiones te puedes encontrar en una situación incómoda y busques una solución rápida. Para evitar que tu perro ladre -por sobretodo- hay que tener mucha paciencia y en situaciones graves debemos acudir a un profesional. Debes saber que el ingrediente clave para evitar este comportamiento es la constancia y el cariño del propietario.

Causas de los ladridos Para solucionar el problema lo primero que se debe hacer es identificar correctamente las causas que lo provocan, a continuación vamos a dar detalles sobre las más comunes:

  • Estrés: Antes de comenzar a trabajar debemos estar seguros que las necesidades de nuestro perro se encuentren cubiertas al 100% y cuando nos referimos a las 5 libertades hablamos de sus hábitos de comida, aseo, relación con su amo, entre otras. Si alguna de sus necesidades básicas no están siendo cubiertas puede que nuestro perro esté tratando de liberar el estrés acumulado. En condiciones muy extremas de clima, excesiva soledad, adiestramiento avanzado, poco espacio o frustración puede que use el ladrido como su única vía de escape.
  • La soledad y el aburrimiento: Los perros suelen ser animales muy sociables, y por ello necesitan comunicarse e interactuar continuamente con su entorno y más si se trata de perros muy activos. En la naturaleza un perro vive junto a su manada las 24 horas del día y aunque se encuentre relajado siempre tiene alguien a quien mirar, jugar y mordisquear. Es necesario que te preguntes si dejas mucho tiempo a tu mascota solo en casa, si es así tal vez deberías buscarle un nuevo compañero o darle algunos juguetes que le distraigan. Aun así antes de adoptar un miembro nuevo deberás solucionar el problema pues inevitablemente tu perro va a tener que quedarse solo en algunas ocasiones. El problema puede agravarse si existen otros perros en una misma zona que estén en condiciones parecidas pues se pueden contagiar entre sí.
  • Mala socialización: Inclusive los perros que se encuentran constantemente entretenidos y acompañados pueden a veces ladrar a objetos específicos, como vehículos y personas. ¿Por qué ocurre esto? Tal vez no le estemos educando de la forma correcta. A partir de los 3 meses de edad sería correcto relacionarlo con su entorno habitual poco a poco para que no sienta miedo. Cuando se trata de un cachorro es más fácil, pues él te usa como ejemplo y si tú demuestras seguridad y pasividad cuando sucede, el perro va a percibirlo igual, además le costará menos tiempo aprender. Si por el contrario ya tu perro es un ejemplar adulto, no te preocupes, aunque le va a ser un poco más complicado solucionar el problema estás a tiempo de mejorar su comportamiento. Se trata de estímulos externos que lo inquietan y desconciertan. Para ello, sólo debemos saber identificar específicamente cuáles son los estímulos que están desencadenando los ladridos para así poder actuar en consecuencia.
  • Entusiasmo: Hay algunos perros que son altamente excitables y juguetones que no pueden evitar ladrar ante ciertos estímulos. Por lo general, ocurre cuando juegan con otros animales, hacen mucho ejercicio, descubren cosas nuevas, reciben a su amo en casa, etcétera. Inclusive se pueden llegar a orinar e la emoción.
  • Frustración: Este suele ser un problema muy significativo y es que dejar a tu perro solo en un ambiente en el que no pueda hacer absolutamente nada, frustra su condición. Los perros necesitan explorar, tener un espacio propio y poder hacer su vida con tranquilidad. Para ello, proporciónale juguetes adecuados, juegos de inteligencia, practica con él algunos trucos que hagan que se lo pase súper bien, etcétera. Jugar con luces tipo láser que jamás alcanzarán, por ejemplo, también es una razón de frustración.
  • Adiestramiento inconsciente: Sin querer, muchos dueños premian los ladridos de sus perros en situaciones específicas que les agrada o les hacen gracia, el problema suele aparecer cuando el perro lo usa continuamente para pedir sus premios y descontrola el ladrido generalizándolo en lugar de usarlo para ocasiones concretas.
  • Perro guardián: Si tu perro es de los que ladra cuando oye el timbre debes saber que esta es una actitud de vigilancia propia en su naturaleza. Él te alerta de que alguien se encuentra ahí y espera que tú lo investigues.
  • Herencia: Algunas razas de perros condicionadas por la genética hacen que sea propenso a ladrar. Por ejemplo, los perros de caza.
  • Problemas de salud: Algunos perros con el pasar de los años pierden capacidades auditivas o de visión, por esa razón pueden ladrar, se trata de la vejez.

Para que correctamente puedas identificar si se trata de una causa concreta o de varias no intentes regañar o reprimir al perro, antes de comenzar a trabajar con él debes conocer en profundidad absolutamente todas las causas que suelen inquietarlo.

Recuerda que no existe ningún remedio o truco ‘rápido’ para evitar este problema. Cuando nada funciona y los ladridos de un perro son excesivos y permanentes, cuando el perro ladra por soledad, ansiedad, falta de socialización o cuando el ladrido suele ser crónico, busca ayuda profesional con un entrenador que sólo use el reforzamiento positivo.

Aunque existen técnicas a corto plazo tales como los siguientes tips que permitirán que tu perro deje de ladrar.

Dale la vuelta. Si tu perro le está ladrando descontroladamente a algo o a alguien, voltéalo. Si no lo tiene a la vista, no ladrará. Es una manera muy fácil de conseguir que el perro no ladre en un momento dado.

Time out. Es un descanso, un tipo de castigo que funcione muy bien si lo haces de manera inmediata. Ponte a su nivel en el piso y acércalo a ti, sin jugar con él ni acariciarlo.

Sujeto, bien agarrado, sin hablarle ni apretarlo, hasta que se calme un poco. Cuando ya esté calmado, utiliza palabras alentadoras y déjalo ir. Limita el descanso a uno o dos minutos. No te acostumbres de ninguna manera a utilizar el time out todo el tiempo. Es sólo para que lo uses muy de vez en cuando.

Tómalo en brazos. Siéntate en el piso al lado de tu perro. Tómalo en brazos sin acercar tu rostro a e él y colócalo sobre tus piernas. Inclínate hacia delante y abrázalo sin permitirle que se mueva pero sin hacerle daño. Cuando ya esté calmado, dile lo bueno que es y déjalo ir. Esto también suele funcionar cuando el perro tiene una rabieta.

Enséñale a callarse. Una vez que ya hayas enseñado a tu pero hablar cuando se lo pidas, puede aprender a callarse también. Si ladra, di calla. Cuando lo haga, espera unos segundos, dile que es un buen chico y dale una delicia. Luego de hacerlo de manera repetitiva, añade la señal. Con esto verás como tu perro ladrará cada vez menos porque está a la espera de esa delicia.

Corrige y da seguimiento. Indícale a tu perro que deje de ladrar usando una mirada, un sonido o una corrección física (como un pequeño toque con tu mano) pero no te detengas ahí. Es muy probable que tu perro haga una pausa y luego regrese a lo que estaba haciendo, su cuerpo está relajado, pero el cerebro todavía está alerta. ¡Ten paciencia! Aguarda hasta que tu perro se rinda por completo, al comienzo llevará desde un par de minutos hasta media hora o más.

Mantén la calma. Es cierto que el ladrido constante estorba, pero si estás frustrado, no lograrás corregir el problema de comportamiento de tu can. Los animales no siguen a líderes desequilibrados. En realidad, tu perro es el reflejo de tu energía. Si te sientes descontento, ¡él también se molesta! Ladrar suele ser una forma excelente de liberar energía de frustración. Toma un momento para poner freno a tu propio ladrido interno primero.

Reclama tu territorio. ¿Tu perro le ladra una y otra vez a la misma persona, objeto, situación o lugar? Entonces, da un paso en su dirección y reclama ese estímulo como tuyo. Utiliza tu mente, tu cuerpo y tu energía calmada y en confianza para así crear una pared invisible que tu perro no tiene permiso para cruzar. Has esto con un cien por ciento de dedicación y concentración. ¡Los resultados te van a sorprender!

Desafía a tu perro. El ladrido excesivo a menudo, resulta de la energía reprimida. En esos casos la solución es muy simple, simplemente libera esa energía de una forma más productiva. ¿Caminas a tu perro a diario? ¿Podrías hacer la camina un poco más desafiante con una bicicleta, una mochila o una ruta de senderismo? ¿Podrías darle más desafíos mentales, como los juegos de obediencia, entrenamiento de agilidad o de obediencia? Existen diversas formas de aumentar los desafíos en la vida de tu mascota. Descubre alguna que sea de tu agrado y en el cual tu perro pueda participar de una manera segura.

Busca ayuda profesional. Cuando decidiste traer este perro a tu vida, asumiste el compromiso de proporcionarle el cuidado que necesita. Prevén el ladrido excesivo y otros problemas de comportamiento canino con la ayuda de un entrenador de perros profesional para así ayudarte a lidiar con la mala conducta de tu mascota.

Recuerda: Jamás usar collares estranguladores o con descargas, debido a que podemos propiciar una actitud muy negativa y agresiva del perro que se puede volver en nuestra misma contra o en la de nuestros familiares.

Entre los consejos para evitar que tu perro ladre, debemos recordar que cada perro es un mundo y que estos consejos puede no funcionar siempre.

Siempre aconsejamos ser asistidos por un especialista en el área, quién entenderá perfectamente las causas y entregará recomendaciones sobre cómo aplicar correctamente cada una de las técnicas.

Edita: Guías de Chile

Fuente: http://c.facilisimo.com/dsk/1955000.html?fba

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