Al parecer, no todos los guardianes de nuestra salud física y mental son de origen humano. Dentro de las terapias alternativas, los ronroneos y maullidos son una muy buena opción. Así lo demuestran investigaciones hechas con uno de los mejores animales de compañía.
“En general, una persona es mucho más sana cuando tiene un gato. Existen estudios suficientes para afirmar que tener uno de estos animales beneficia la salud”, explica el profesor y autor del libro ‘Gato-Terapia’, Francisco Cuatrecasas. Especialista que ha desarrollado la acupuntura emocional a través del centro Uimec de Medicinas Complementarias en España.
Los felinos son mágicos, “ya los utilizaban las antiguas hechiceras y los chamanes porque los conectaban con el mundo místico, o al menos eso creían. Estaban presentes en los monasterios budistas para mejorar la meditación y, en algunos países, existen terapeutas que los utilizan como medio de autoayuda para personas estresadas”, comenta el profesor.
“Los gatos también procuran apoyo a adultos y niños sanos, ayudándoles a desarrollar una mayor seguridad y autoestima, y el amigable contacto con el felino reduce el estrés en sus dueños, que se distienden y tranquilizan”, dice Cuatrecasas, y agrega que se ha verificado su acción benéfica en personas discapacitadas en casos de autismo, síndrome de Down, hiperactividad infantil, y desórdenes de la conducta.
El experto recuerda que, por ejemplo en España, la Fundación Purina dispone de programas de tratamiento para niños autistas o con problemas de comportamiento psicológico y se ha comprobado que mejoran en las terapias que incluye a los gatos.
Equilibran la energía
Según la filosofía china, en el universo existen dos fuerzas o energías fundamentales opuestas y complementarias, presentes en todas las cosas: el ‘yin’, que es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción; y el ‘yang’, que es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración.
A lo que el experto señala que “los gatos tradicionalmente han sido considerados animales mágicos y aman la energía negativa ‘yin’, que es mala solo en exceso, pero es perfecta para relajarse”. Además, estos felinos tienen una “cierta facultad telepática, ya que saben cómo están sus amos, sobre todo cuando están enfermos; es decir, faltos de energía ‘yang’ ”, asevera el especialista.
“Un cuerpo necesita la energía ‘yang’ para estar vivo y si hay exceso de ‘yin’ una persona está floja, deprimida, sin ganas de hacer nada”, explica. Durante el día, los gatos absorben y gustan de la energía ‘yin’, por esto los lugares donde duermen no son recomendables para las personas, ya que allí se quedarían amodorradas”.
FUENTE: EFE
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